El viernes Santo la Iglesia celebra la gloriosa Pasión de Jesús, su muerte victoriosa. Una muerte que según mi fe cristiana fue preparada por él mismo con los esenios José de Arimatea y Nicodemo.
El había arribado a Jerusalén, para devolver la Fe al pueblo judío, para cumplir con lo escrito por el profeta Isaías. El viernes Santo fue vilmente crucificado por los mismos judíos, que gobernaban, con mucha corrupción y por el poder esclavizaban a su mismo pueblo.
Destaco como bien dijo nuestro papa francisco el símbolo de salvación la Cruz del señor. Recuerden las 3 palabras de una de sus homilías, Fiesta, Cruz y confesión. Confesión con uno mismo, pensar y meditar sobre la vida de cada uno.
Les ruego leer estas palabras de Francisco: Recuerden las 3 palabras
Y una Pregunta?
El Señor está firmemente clavado en la Cruz. Se había preparando por casi treinta años viajando estudiando las escrituras y esperado aquel día donde se cumplía un deseo estudiado y al que había admitido someterse. Llegar como el Mesías y redimir a los hombres. Lo que había sido un instrumento infame y deshonroso, como morir en la cruz, se convertía en el símbolo de la vida y llegada de la Gloria.
Una honda alegría le llenaba el extender los brazos sobre la Cruz para que como dijera Francisco, supiéramos los hombres que así tendría siempre los brazos para los pecadores que se acercaran a Él abiertos. Todos debemos aprovechar este día para pensar y meditar, y como dijo el Papa Francisco en su homilía de jueves Santo, convertirnos todos los hombres en pastores con olor a oveja. Eso significa vivir sin olvidarnos de la vocación de servicio, de ser pastores de la gente que nos rodea, llevar la cruz de Jesús por el mundo y seguir captando hombres y haciéndoles recuperar la fe.
Mensaje de Viernes Santo del Dr. Jordi Becerro desde Barcelona para el mundo.
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