YO TUVE UN SUEÑO
Por qué perder si se puede ganar? Por qué no dejar que el río corra por su cauce natural? Y si es necesario lo draguemos y usemos su fuerza vital para producir energía? Por qué pelear si es posible llegar a un acuerdo? Por qué destruir si se puede construir o mejorar lo ya construido? Por qué odiar si es mejor amar? Por qué quitar y robar si lo mejor en la vida es dar? Y lo peor por qué sacar lo que luego se dice se va a devolver?
En estos días hemos comprendido que el problema de la Argentina no solo es la soja, sino todo aquello que por “caprichos” nadie hizo hasta la fecha. Salvo legislar durante años leyes difíciles de comprender y que además nunca se aplican. O la terminan interpretando los jueces de diferentes maneras, como en el fútbol. Por qué hemos retrocedido en vez de avanzar como lo hicieron hasta los mas pobres? Por ejemplo la India donde he estado y verificado con mis propios ojos. Por qué no entender de una vez por todas que la democracia exige división de poderes y esa división hace que amén de que existan los partidos políticos, los diputados representan a su pueblo y los senadores a sus provincias? Por qué no entender que el Poder ejecutivo, que es solo el Presidente y los colaboradores que elige están solo para administrar a favor del beneficio de la sociedad en su conjunto?
Es que los argentinos todavía no hemos aprendido lo que es dialogar? O es que nuestra soberbia nos tapa la inteligencia de que gozamos?
Tenemos uno de los países mas privilegiados del mundo. Es cierto estamos lejos, pero por eso mismo hace años que venimos juntando las políticas del “no hacer”. Algunos simples ejemplos los vemos en el Paraná Medio, el dragado de la hidrovía, tener una red de ferrocarriles eficiente, la canalización de la cuenca del Salado y un mejoramiento del servicio urbano de transporte, son ejemplos de ese atraso en que estamos sumergidos. Y que costará años poder recuperar.
Anoche soñé que tenia la posibilidad de conversar con “Cristina” y mientras dormía, le explicaba con mi experiencia de vida, de economista y de filósofo, de haber conversado con el Gral. Perón, con el Dr. Frondizi, y otros grandes, que retroceder no significa perder. Retroceder a veces significa tomar más fuerza, decía el padre de la patria el Gral. San Martín. Y reconocer errores y cambiar, hace grande a los hombres. Soñé que era un ángel y que podía entrar en su mundo privado, el de su inteligencia y hacerle ver la realidad del país. La de la Argentina que ella no ve. El País que a pesar que no palpa, está en sus manos y en tres años puede sacarlo del letargo o hundirlo definitivamente en el caos. Y ella me escuchaba atónita y entendió. Además le explique que la gente común ve con los ojos y solo los sabios con la inteligencia.
Le expliqué que como ángel, ya había hablado con el presidente de Brasil y otros y me habían escuchado, porque hablaba con la palabra de la ley natural. Lula, el presidente de Brasil, ya me habia escuchado una vez y le conté, por si no sabía, que en Brasil no habia retenciones y pensé, porque no me escucha esta mujer? Le conté que el otro día, después de la reunión de Presidentes en Tucumán, Lula reunió a miles de ruralitas y les otorgo 48.000.000 millones de dólares en créditos blandos para compra de maquinaria agrícola que el mismo Brasil produce, con lo cual alienta al campo y a la industria al mismo tiempo, y Lula no fue la facultad.
Además les dijo. “No debemos depender más del trigo Argentino”. Se da cuenta Cristina? 100 días de paro, más de 18 horas de maratónica sesión de la cámara de diputados y ejemplos por doquier que muestran que la Argentina actual ya no es un país creíble. Ni nuestros socios del MERCOSUR nos quieren. Hemos perdido la confianza y ya no vienen más inversiones de largo plazo sin lo cual es imposible crecer legítimamente? Esto es como haber convertido al país “en un muerto que camina.”
Lo hermoso fue que en ese sueño Cristina me escuchó. Llamó al Congreso y dijo. “Suspendan las confrontaciones. Vuelvan todo al mes de marzo, y tomemos seis meses para planificar una reforma agraria total. Paralelamente comencemos con las retenciones que ya cobramos, a realizar un plan de desarrollo de industrias básicas que le pongan mano de obra argentina a nuestros productos.” Se dio cuenta que esa era la verdadera forma de redistribuir riqueza y desarrollo. El mensaje llegó, todos gritaban de alegría. Argentina habia detenido su caída, libre la gente llenaba sola la Plaza de Mayo y se festejaba adelantadamente el bicentenario.
Pero en ese momento, cuando Cristina me agradecía y me preguntaba quien era yo y yo simplemente le decía soy http://www.jordiweb.com.ar/ un ángel de la cyber moderna realidad; me desperté.
Prendí la radio y observé que la realidad seguía igual, se apretaba a los diputados como a Felipe Solá para que votaran lo que ella se le ocurriese y solo observé que pequeños retoques paliativos, remiendos en una casa derruida se habían introducido después de tanto tiempo. Eso si, el tiempo le había permitido comprar voluntades. Las voluntades de los débiles, al mejor estilo Stanilista. Que el corrupto y mafioso de Moreno seguía acaparando poderes y que el ministro de economía era solo una figurita decorativa. Eso decían las noticias. Retenciones que seguían y obligaban a los pequeños chacareros a vender sus tierras a los poderosos y grandes multinacionales, etc etc. Tambos que cerraban, inflación que subía, y desconfianza y temor general que crecía.
Mientras sucedían estos hechos, crecía solapadamente una patria financiera, reinando detrás de los invencibles llamados ahora “pules de soja”.
¡Qué lástima! me desperté; hubiera sido tan lindo seguir dormido en ese sueño de grandeza similar al de Brasil, Chile, Colombia, el resto de los países Latinoamericanos y ni que hablar de Europa y Asia, que saben pensar, que sufrieron guerras, y que solo quieren vivir en el consenso. Porque vivir en el consenso es la única manera de vivir bien en una democracia. Acá en cambio se miente y engaña al pueblo, se le niega la educación, para que convencerlo de mentiras y falsedades sea más fácil y ahora se trata de enfrentar a unos contra otros, porque saben que si dividen seguirán reinando. Pero bueno, yo tengo Fe. Esperemos ver que pasa esta semana en el Senado.
¡Qué lástima que me desperté!. Pero que lindo fue el sueño.
Hasta mañana amigos.
Por qué perder si se puede ganar? Por qué no dejar que el río corra por su cauce natural? Y si es necesario lo draguemos y usemos su fuerza vital para producir energía? Por qué pelear si es posible llegar a un acuerdo? Por qué destruir si se puede construir o mejorar lo ya construido? Por qué odiar si es mejor amar? Por qué quitar y robar si lo mejor en la vida es dar? Y lo peor por qué sacar lo que luego se dice se va a devolver?
En estos días hemos comprendido que el problema de la Argentina no solo es la soja, sino todo aquello que por “caprichos” nadie hizo hasta la fecha. Salvo legislar durante años leyes difíciles de comprender y que además nunca se aplican. O la terminan interpretando los jueces de diferentes maneras, como en el fútbol. Por qué hemos retrocedido en vez de avanzar como lo hicieron hasta los mas pobres? Por ejemplo la India donde he estado y verificado con mis propios ojos. Por qué no entender de una vez por todas que la democracia exige división de poderes y esa división hace que amén de que existan los partidos políticos, los diputados representan a su pueblo y los senadores a sus provincias? Por qué no entender que el Poder ejecutivo, que es solo el Presidente y los colaboradores que elige están solo para administrar a favor del beneficio de la sociedad en su conjunto?
Es que los argentinos todavía no hemos aprendido lo que es dialogar? O es que nuestra soberbia nos tapa la inteligencia de que gozamos?
Tenemos uno de los países mas privilegiados del mundo. Es cierto estamos lejos, pero por eso mismo hace años que venimos juntando las políticas del “no hacer”. Algunos simples ejemplos los vemos en el Paraná Medio, el dragado de la hidrovía, tener una red de ferrocarriles eficiente, la canalización de la cuenca del Salado y un mejoramiento del servicio urbano de transporte, son ejemplos de ese atraso en que estamos sumergidos. Y que costará años poder recuperar.
Anoche soñé que tenia la posibilidad de conversar con “Cristina” y mientras dormía, le explicaba con mi experiencia de vida, de economista y de filósofo, de haber conversado con el Gral. Perón, con el Dr. Frondizi, y otros grandes, que retroceder no significa perder. Retroceder a veces significa tomar más fuerza, decía el padre de la patria el Gral. San Martín. Y reconocer errores y cambiar, hace grande a los hombres. Soñé que era un ángel y que podía entrar en su mundo privado, el de su inteligencia y hacerle ver la realidad del país. La de la Argentina que ella no ve. El País que a pesar que no palpa, está en sus manos y en tres años puede sacarlo del letargo o hundirlo definitivamente en el caos. Y ella me escuchaba atónita y entendió. Además le explique que la gente común ve con los ojos y solo los sabios con la inteligencia.
Le expliqué que como ángel, ya había hablado con el presidente de Brasil y otros y me habían escuchado, porque hablaba con la palabra de la ley natural. Lula, el presidente de Brasil, ya me habia escuchado una vez y le conté, por si no sabía, que en Brasil no habia retenciones y pensé, porque no me escucha esta mujer? Le conté que el otro día, después de la reunión de Presidentes en Tucumán, Lula reunió a miles de ruralitas y les otorgo 48.000.000 millones de dólares en créditos blandos para compra de maquinaria agrícola que el mismo Brasil produce, con lo cual alienta al campo y a la industria al mismo tiempo, y Lula no fue la facultad.
Además les dijo. “No debemos depender más del trigo Argentino”. Se da cuenta Cristina? 100 días de paro, más de 18 horas de maratónica sesión de la cámara de diputados y ejemplos por doquier que muestran que la Argentina actual ya no es un país creíble. Ni nuestros socios del MERCOSUR nos quieren. Hemos perdido la confianza y ya no vienen más inversiones de largo plazo sin lo cual es imposible crecer legítimamente? Esto es como haber convertido al país “en un muerto que camina.”
Lo hermoso fue que en ese sueño Cristina me escuchó. Llamó al Congreso y dijo. “Suspendan las confrontaciones. Vuelvan todo al mes de marzo, y tomemos seis meses para planificar una reforma agraria total. Paralelamente comencemos con las retenciones que ya cobramos, a realizar un plan de desarrollo de industrias básicas que le pongan mano de obra argentina a nuestros productos.” Se dio cuenta que esa era la verdadera forma de redistribuir riqueza y desarrollo. El mensaje llegó, todos gritaban de alegría. Argentina habia detenido su caída, libre la gente llenaba sola la Plaza de Mayo y se festejaba adelantadamente el bicentenario.
Pero en ese momento, cuando Cristina me agradecía y me preguntaba quien era yo y yo simplemente le decía soy http://www.jordiweb.com.ar/ un ángel de la cyber moderna realidad; me desperté.
Prendí la radio y observé que la realidad seguía igual, se apretaba a los diputados como a Felipe Solá para que votaran lo que ella se le ocurriese y solo observé que pequeños retoques paliativos, remiendos en una casa derruida se habían introducido después de tanto tiempo. Eso si, el tiempo le había permitido comprar voluntades. Las voluntades de los débiles, al mejor estilo Stanilista. Que el corrupto y mafioso de Moreno seguía acaparando poderes y que el ministro de economía era solo una figurita decorativa. Eso decían las noticias. Retenciones que seguían y obligaban a los pequeños chacareros a vender sus tierras a los poderosos y grandes multinacionales, etc etc. Tambos que cerraban, inflación que subía, y desconfianza y temor general que crecía.
Mientras sucedían estos hechos, crecía solapadamente una patria financiera, reinando detrás de los invencibles llamados ahora “pules de soja”.
¡Qué lástima! me desperté; hubiera sido tan lindo seguir dormido en ese sueño de grandeza similar al de Brasil, Chile, Colombia, el resto de los países Latinoamericanos y ni que hablar de Europa y Asia, que saben pensar, que sufrieron guerras, y que solo quieren vivir en el consenso. Porque vivir en el consenso es la única manera de vivir bien en una democracia. Acá en cambio se miente y engaña al pueblo, se le niega la educación, para que convencerlo de mentiras y falsedades sea más fácil y ahora se trata de enfrentar a unos contra otros, porque saben que si dividen seguirán reinando. Pero bueno, yo tengo Fe. Esperemos ver que pasa esta semana en el Senado.
¡Qué lástima que me desperté!. Pero que lindo fue el sueño.
Hasta mañana amigos.
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