Al menos por ayer, la oposición logró alcanzar una nueva mayoría en el Senado y aprobó por amplio margen el proyecto de ley que establece un plazo perentorio de 150 días para terminar con la intervención del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), dispuesta por el Poder Ejecutivo hace más de tres años y encarnada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Nuestra opinión hasta aquí es que estamos a favor.Ahora, el proyecto tendrá que ser discutido por la Cámara de Diputados, donde el arco no kirchnerista cree tener la mayoría para convertirlo en ley sin dificultades.
Si esto llegara a ocurrir, sería la primera norma que lograría sancionar la oposición desde el recambio legislativo de diciembre pasado, cuando el oficialismo perdió las cómodas mayorías que tenía en ambas cámaras, y pondría a la administración de Cristina Kirchner ante la disyuntiva de tener que vetarla.
El resultado de la votación dejó al descubierto que el manejo kirchnerista del Indec también causa recelos en el oficialismo y en sus aliados. Sólo así se entiende que a los 37 senadores no oficialistas ayer sumaran sus votos el misionero Luis Viana (FPV) y el neuquino Horacio Lores (MPN), y que otro oficialista, Marcelo Guinle (Chubut), decidiera abstenerse.Además se ausentaron los fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez, habituales aliados del Poder Ejecutivo, pero de fuerte vinculación con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), gremio de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que impulsa fervientemente la normalización del Indec. Todas las intervenciones de la oposición apuntaron a subrayar la necesidad de normalizar el Indec por la falta de credibilidad que sufre el organismo como consecuencia de la abierta manipulación de los datos desde que fue intervenido por el oficialismo.
Hasta aquí, todo bien, pero los pasos siguientes son fundamentales, lo único que serviría para saber la real situación de precios y salarios, totalmente distorsionada en la actualidad, es continuar con los números siempre vigentes hasta el Año 2000. De lo contrario se habría ganado una batalla que bien puede terminar con estadísticas peores a las actuales. No cantemos Victoria y 150 días, es una enormidad de tiempo. Dr. Jordi M Becerro, desde Salamanca, La Alberca España, para Jordiweb, La Nación y Una Pagina con todo de Clarín.
0 comentarios:
Publicar un comentario