Recuerdo que el 2 de abril de 1982 subí al auto, como todos los días para ir a trabajar, en esa época vivía en la Argentina, y sentí que por radio, en todas las cadenas se escuchaba una marcha hasta en ese momento desconocida para mi. (La escucharemos al final del artículo y ruego que presten atención a su letra). Quedé atónito. Lo único que le faltaba a la nefasta dictadura militar era declarar la guerra al imperio inglés invadiendo la Isla de los Estados y simultáneamente en un movimiento de “elite” tomar de sorpresa a los kelpers habitantes de las Islas. (kelpers es un argot inglés, un habitante de las Falkland islands. El término, que se viene utilizando desde al menos 1960, se hizo mundialmente conocido) y proclamar desde su capital que bautizaron con el nombre de Puerto Argentino, que las Malvinas volvían a ser argentinas. Realmente recuerdo ese día como uno de los más insólitos que me tocó vivir en Argentina. El país entero festejaba y es más, ante un llamado por radio de el ex relator de fútbol fallecido José María Muñoz se colmó la Plaza de Mayo vivando al dictador Galtieri y gritando “LO VAMO A REVENTAR” . Reconozco que fui a la plaza simplemente para tener una visión de lo que ocurría y sacar mis propias conclusiones. “SI QUIEREN VENIR, QUE VENGAN, LES PRESENTAREMOS BATALLA”, fueron las palabras del hasta entonces borracho presidente de facto de la Argentina. Lo más triste que viví, es que la gente estaba enardecida y lo vivaba a gritos, como en los mejores actos peronistas que nunca pude asistir. Regresé con un sabor amargo, pensando : que piensan los argentinos?”, con qué armas vamos a enfrentar a la flota más poderosa del mundo y aliada incondicional de E.E.U.U. ?. A nadie se le ocurrió pensar que tuvimos las islas abandonadas desde 1836 y que solo durante los últimos cincuenta años las habíamos colocado en nuestro mapa como propias al igual que los ingleses como suyas, a las que llamaban Falkland islands? Hacía mucho tiempo que vivía en Argentina, me sentía y siento aún argentino porque he vivido y trabajado mas allí que en España. Mis amigos, todos argentinos estaban confundidos y no veían la realidad como no la siguen viendo hoy día, y no se dan cuenta que Cristina es una dictadora. Similar caso sucede con la que llamábamos y continuamos llamando, Antártida Argentina sin tener derecho alguno a ella según las leyes internacionales y por el solo hecho de, en esa época, tener unas bases meteorológicas que hoy día hemos abandonado. Qué pensábamos, que el pueblo chileno nos iba ayudar, cuando en 1979 estuvimos a punto de declararle la guerra por un pedazo de tierra? La verdad, para mi, ese suceso, el día de hoy es más que incomprensible. Debería mantenerse vivo en el recuerdo pero olvidarse y no conmemorarse. Lo que debería hacer el gobierno y que no hizo ningún presidente y congreso democrático es ayudar como se merece a los sobrevivientes y sobre todo a las familias de los caídos. De eso no nos hemos olvidado. Durante el transcurso de la guerra, que en realidad duró solamente unas semanas, desde el desembarco inglés hasta la rendición argentina, al mando del Gral. Menéndez, lo único que escuchábamos por televisión era que Argentina estaba ganando la guerra en los frentes diplomáticos y militares, mientras los ingleses avanzaban, se reabastecían en puertos brasileros y uruguayos y tenían ya armadas bases en Chile. Mentiras como siempre, en el día de hoy, por la falta de conocimiento y educación de los argentinos que viven sumidos en un pasado que ni saben, ni conocen, y solo se dejan llevar como ganado por el poder de turno, desde años corrupto a mas no poder, se siguen repitiendo. Hoy escuchamos desde el mundo el mensaje político de la reina Cristina (Forra como las antiguas medias de mujer) que capitaliza todo a su favor. Ella tampoco tiene memoria y se olvida que con Menem firmó y apoyó las privatizaciones que tanto mal hicieron al país. No quiero ser mas extenso. Solo ruego que todos nos demos cuenta. Que pensemos en el futuro que tenemos por delante y comencemos a reconstituir la Argentina despedazada por un pasado nefasto. Para ello es necesario solo recordar unas palabras de mi padre, Rodolfo Martínez, amigo y colaborador del Dr Arturo Frondizi (al final)
“Para que los pueblos se desarrollen deben brindar, primero educación y trabajo digno a su pueblo, tener una justicia seria e independiente, y gobiernos que durante el tiempo mantengan siempre la ética y la moralidad como bandera continuada en el tiempo.”
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